miércoles, 19 de julio de 2017

Verdes del Norte y Dorados del Sur (Tesis III)

Cambiando de tema, recuerdo mis recelos al tratar inicialmente con los partidos nacionalistas del País Vasco y Navarra. Al redactar reconozco que puede que mi punto de partida fuera algo “paleto”. Soy una valenciana de 29 años y no soy ninguna experta respecto a la historia particular de estas regiones ni sobre el terrorismo. Esperaba que me tratarían con respeto, pero como alguien de “fuera”.



En el Partido Nacionalista Vasco (PNV) me trataron más que bien. Me facilitaron mucho el trabajo y me sentí especialmente bien recibida. Fueron muy abiertos. 


No recuerdo  el sitio,  
pero todo estaba buenísimo
Algunos veteranos me recomendaban dónde ir a tomar unos buenos pintxos a la Calle Cuchi. Alguno de ellos me explicaba claramente su opinión sobre la historia de España en general y del País Vasco en particular, desde una perspectiva a la que yo no estaba acostumbrada (nacionalista). Decidí escuchar sin prejuicios sobre todo porque en la mayoría de los casos su actitud era muy respetuosa hacia mí.


Una parlamentaria (recuerdo que al principio le costaba hablarme en castellano) me habló de su admiración hacia José Antonio de Aguirre. Queridos lectores, no me mandéis al paredón por la siguiente confesión: yo no tenía ni idea de quién fue ese señor. Pero me entró curiosidad que, sumada a mi respeto creciente por estas gentes del Norte, me llevó a comprarme el libro De Guernica a Nueva York pasando por Berlín. Y me resultó interesante… siempre sabiendo que era la versión de una historia humana y que esta clase de historias se conocen bien al contemplarlas desde diferentes perspectivas. Con Geroa-Bai la experiencia también fue muy positiva. Gracias a algunos comentarios puede vislumbrar la complejidad que conlleva esta clase de fuerzas políticas basadas en coaliciones. De nuevo, mi actitud recelosa quedó desarmada ante los comentarios de algunos parlamentarios acerca de la visita del Ángel de Aralar, que se produjo durante mi visita. Eran comentarios de conciliación. 

        No puedo finalizar este punto sin dedicar algunas palabras a las demás fuerzas políticas vascas. Algunos parlamentarios senior del PSOE vasco rellenaron el cuestionario juntos, conmigo presente en la sala para resolver dudas o apuntar comentarios. Cada vez que a alguno no le gustaba una pregunta o no la veía clara, la ponían en común y me pedían explicaciones. Aprendí mucho de sus críticas y contestarles fue una verdadera prueba de madurez personal y académica. Es uno de mis mejores recuerdos de aquellos meses. Respecto al PP vasco, la mejor expresión para describir la experiencia es que me sentí como en casa. Todos fueron muy profesionales y, además, me permitieron ser testigo de su rutina de trabajo, de sus bromas y del ambiente del grupo. A modo de anécdota, entrevisté un parlamentario en su (mini) despacho. En algún momento abrieron la puerta y la asistente del grupo observó con humor que yo estaba sentada en el sitio principal, a modo de parlamentaria, y él en el asiento de las visitas. Todo el mundo se rió y no le dieron mayor importancia. Reconozco que soy algo despistada y no me di cuenta de la disposición de los muebles al sentarme… Recuerdo positivamente la seriedad de otro parlamentario. Cómo se paraba a reflexionar las respuestas y su sinceridad al exponer por qué creía que las preguntas del cuestionario no captaban del todo la complejidad de la labor del representante…sobre todo la del parlamentario vasco.

Y una última anécdota de cierto interés. En esta ocasión (yo ya había hecho entrevistas en este Parlamento en 2012), tenía especial interés en entrevistar a B. S. Querido lector, no sea malpensado. Mi interés no radicaba en que era un político joven y mediático. Pero en aquél momento lo que me resultaba llamativo era que había criticado a su partido, especialmente a los miembros de la región valenciana. Pude hablar brevemente sobre ello con él y quedé con la impresión de que podría ser savia nueva para la regeneración de su partido. Y, sí, reconozco que yo también soy de las que pienso que este parlamentario es uno de los políticos más atractivos de nuestro país ¿Por qué incluyo este comentario tan poco apropiado? Pues porque si no fuera así no me habría llamado tanto la atención lo siguiente. Habían pasado 4 años tras la última entrevista. Y mi impresión fue que para él habían transcurrido más años. Obviamente, pueden haber influido variables personales. Pero esto me hizo querer saber sobre su vida política. Le googleé y descubrí qué era la generación de Miguel Ángel Blanco (yo apenas tenía 9 años cuando este último fue asesinado y “en primera persona” tan sólo recuerdo una manifestación de gente con las manos blancas retransmitida por la tele) y que con tan sólo 19 años entró en política activa siendo elegido concejal en Irún. Busqué más información  e intenté imaginar los costes personales de ciertas trayectorias políticas.

Plaza de la Virgen Blanca, Vitoria
        Estas experiencias, sobre todo, las del País Vasco, aproximaron la mente y el corazón de una valenciana al Norte. Me gustaron sus calles, su comida y sus gentes. Comprendí mejor sus ideas. 

Salí del País Vasco en autobús camino a Santander. Y, de una forma egoísta, me dio tristeza pensar en la perspectiva nacionalista. Desde esta última, al negar el carácter español de lo vasco, se niega el vínculo que lo une a mí. No puedo sentirme parte de esta maravillosa tierra. Pero también pude comprobar que no preciso de este vínculo para ser bienvenida. Esta visita no sirvió para posicionarme con más claridad sobre cuál debería ser la relación entre Euskadi y España (o el País Vasco y el resto de España, o Euskal Erria y el Estado español… elija el lector los términos que mejor le parezcan). Por mi trayectoria personal me decanto más hacia la opción federal y seguro que esto influye en mis percepciones y opiniones (personales y académicas). Para lo que sí sirvió fue para humanizar ambos “bandos” (palabra triste y ampliamente usada en la historia de España… y de casi todos los países, tampoco nos creamos tan especiales). A partir de ahora, antes de opinar gratuitamente, recordaré buenos modos, interesantes y sentidas explicaciones. Seguiré decantándome por una opción, pero antes habré escuchado con ánimo de entendimiento la otra postura. Y espero que esto me ayude a abogar cada vez más por opciones conciliadoras.


Costa de Santander


Otro tema que ha ocupado muchas conversaciones acerca de mi doctorado ha sido la riqueza cultural de nuestro país. País Vasco, Cantabria, Navarra, Andalucía, Murcia y Comunidad Valenciana. Fue la primera vez que visité el Mar Cantábrico ¡qué diferente al Mediterráneo!

En cuestión de semanas, nevó en Navarra y llevé manga corta en Sevilla. Visité la Catedral de Santa María de Vitoria y vi el ballet de Carmen en el Lope de Vega de Sevilla. Caminé por las calles empedradas de Vitoria y me maravillé ante la magnitud de la Catedral de Sevilla. Siendo una levantina… quedé cautivada por el verde y la sobriedad del Norte y también por los aires de grandeza del Siglo de Oro y de Al-Ándalus que embriagan al caminar por Sevilla.

























        






       Estos viajes me hicieron reflexionar sobre los tópicos de nuestras regiones. Sobre la rectitud moral y austeridad del Norte, sobre el despilfarro y falta de sesera del Sur y sobre qué diantres nos pasa a los valencianos que otorgamos mayorías absolutas a quienes aparentemente no hacen sino saquear las arcas públicas. 

      Me gustó mucho el edificio que alberga al Parlamento Vasco. Un antiguo colegio. Me pareció muy funcional. Un edificio con el tamaño justo. Para una persona a la que le cuesta orientarse, una delicia a la hora de localizar los despachos de los distintos grupos parlamentarios. El comedor me gustó especialmente. Lógicamente, me recordaba al comedor de un colegio, sólo que la comida estaba mucho más rica. El ejemplo contrario lo encontramos en el Parlamento de Andalucía, ubicado en el Hospital de las Cinco Llagas, construcción del siglo XVI. Un edificio con ocho patios y amplías galerías que contiene una Iglesia en el patio central, donde tienen lugar las sesiones plenarias. Mi impresión es que es un edificio enorme. Y, debido a los patios, me perdía constantemente. No diría que es muy funcional… y supongo que su mantenimiento será elevado. Pero sí diré que es precioso. Caminar por los patios (visité la ciudad en abril) era una delicia. Y al conocer un poquito mejor la ciudad, comprendí que era un buen lugar para el Parlamento. Entonces preferí no comparar. Personalmente, quizás entienda mejor una opción funcional. Pero también debo saber apreciar otras expresiones y otra clase de ventajas.

Desde luego, encontré diversos acentos, caracteres y ritmos en cada región. Algunos eran más apropiados para facilitar hacer más entrevistas, otros para que las entrevistas fueran más provechosas, otros para que fuera más sencillo conectar con mi interlocutor, otros para que este último se implicase más, etc. Mi responsabilidad fue adaptarme: tratar de potenciar lo que me beneficiaba y de contrarrestar lo que dificultaba el trabajo. Las regiones son muy diferentes sí, pero en todas encontré gente profesional que me recibió cálidamente.

La cuarta y última parte de estos posts sobre mi tesis es la siguiente...

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