Con 16 años...

Me he sorprendido tanto al leer un breve manifiesto que escribí cuando tenía 16 años, que no me resisto a compartirlo. Recordaba haberlo escrito... pero prácticamente había olvidado su contenido. Al leerlo 14 años después, me he reído y no he podido dejar de preguntarme ¿cómo fui capaz de escribir esto con 16 años? ¿de dónde salió la fuerza? 

Lo escribí el sábado 2 de octubre de 2004 y se lo entregué a mi profesor de filosofía. 

El original es un documento de Word. A continuación, he copiado su contenido sin cambiar ni una coma.

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El año pasado, con bastante frecuencia oí, que aprovecháramos las clases porque el año próximo sería bachiller, con esto quiero decir que se nos presentó el curso como un nivel más de dificultad y entrega.

Durante este periodo que llevamos de curso (primeros 15 días) he observado y me ha sorprendido en general, la actitud en clase de los profesores de 1ºB. Al inicio, todos los profesores, sin excepción, se hartaron de repetir que no estábamos en 5º de la ESO, sino que estábamos en 1º de Bachiller. Con esta frase yo entendí que la dinámica del curso aumentaría su ritmo, ritmo que por supuesto marcaría el profesor y quien lo siguiera aprobaría y quien no lo hiciera no.

Se supone que en bachiller el profesor es quien marca las pautas y dirige las clases. En una clase de bachiller el nivel no lo pone la clase, lo pone le profesor y los alumnos deben superarse e ir creciendo poco a poco intelectualmente hablando. A esto no me refiero solo a aprobar en los exámenes, me refiero también al aprendizaje de tomar apuntes, a la rapidez y agilidad mental, a tener una base para tener iniciativas propias, a saber organizarse, a aprender a buscarse la vida cuando no se entiende algo, etc. (si siempre que te retrasas, el profesor se espera y retrasa la clase, ¿por qué vas a exigirte ir más rápido la próxima vez?)

Basándome en mi experiencia, es la actitud del profesor la que hace que la clase marche o no. Y he comprobado que cada profesor tiene dos actitudes: la que reserva para la clase de ciencias y la que utiliza en las demás clases. En una clase de ciencias, el profesor marca un ritmo rápido, se marca unas pautas y hace que los alumnos lleguen a ellas de una manera u otra.

Debido a los prejuicios, crees que los que van a ciencias son los únicos que tienen interés, los únicos que valen la pena y a los únicos que se les puede exigir un nivel. Sin embargo los que van a letras, puras o mixtas, son “los que no quieren dar matemáticas” los que quieren sacarse el título de bachiller pero no son capaces de sacárselo por la puerta grande y yo digo, que eso no es cierto y que dejemos de actuar, alumnos y profesores, como si lo fuera.

Pienso que los alumnos de ciencias y letras tenemos los mismos derechos y obligaciones. Que los profesores nos deben exigir lo mismo a ambos, que las asignaturas de ciencias y letras son igualmente válidas e igualmente difíciles, sólo son diferentes. Estoy harta de oír que es más difícil sacarse un bachiller de ciencias que uno de letras y si estoy equivocada que alguien me argumente las razones por las que se me pueda demostrar lo contrario.

  • 1ºB no necesita que los profesores escriban exactamente igual lo que hay en el libro en la pizarra para entenderlo mejor, es una pérdida de tiempo, papel y tinta.
  • 1ºB exige que el nivel de la clase sea alto, que lo marque el profesor y que se nos dé la oportunidad de superarnos.
  • 1ºB se queja de no haber tenido profesor de matemáticas los 15 primeros días de clase.
  • 1ºB se queja de que los profesores piensen que somos más tontos y que con lo que podamos aprender es suficiente. Eso es injusto.
  • 1ºB quiere sacar el máximo partido a las clases y aprovechar su estancia en el instituto.
  • 1ºB quiere dejar claro que si nos tratan como idiotas o piensan que lo somos, al final lo seremos, no porque lo hayamos sido realmente, sino porque la tendencia es ir encajonándonos en ese papel e ir subiendo a los de ciencias; y yo me pregunto: ¿Qué tienen los de ciencias en contra de los de letras? ¿Necesitan pensar que somos peores para sentirse mejor? ¿Necesitan ir a lo que supuestamente es más difícil para sentirse útiles e inteligentes?

Yo estudié 4º de ESO de ciencias y saqué cinco menciones honoríficas (lengua, historia, matemáticas, biología y ética), cinco sobresalientes de nueve (física y química, inglés, educación física, valenciano y alternativa) y un sobresaliente de diez en comunicación audiovisual.

No necesité ser brillante ni inteligente, sólo necesité escuchar al profesor en clase, hacer los deberes y estudiar para los exámenes (y no me refiero a repasar un poco sino a trabajar la materia hasta que me lo sabía)

Lo que necesité para sacarme el curso no fue inteligencia, fue fuerza de voluntad, interés y la dinámica de mis profesores.

Debido a mis notas, ni siquiera me planteé qué bachiller iba a elegir, lo tenía fijo entre ceja y ceja: “CIENCIAS”.

Antes de que me dieran la matrícula, mi madre me preguntó, mas bien me dejó caer: ¿y si escoges el bachiller de ciencias sociales? Yo no la escuché, me puse brava y le dije automáticamente que no, que era una locura, que lo que yo quería era ciencias puras...

Ella no insistió, pero me dejó la mosca en la oreja. Cuando tuve la matrícula en casa ( sin rellenar) me dispuse a hacer una lista con todas las asignaturas, de ciencias y letras, me propuse ser sincera y poner lo que me gustaba y lo que no de cada una de ellas.

Para mi sorpresa, después de esta valoración, la lista salió a favor de ciencias sociales y vuelvo a decir que me sorprendió; entonces me pregunté que era lo que me había llevado a “sin pensar” estar tan segura de querer ir a ciencias puras. Me costó trabajo reconocerlo, pero la verdad fue que quería ir porque pensaba que allí iban los mejores, los supuestamente más listos y, bueno, resumiendo, los mejores y yo por soberbia y vanidad me quería apuntar al carro. (“Hay que sufrir, el bachiller más difícil, seré la más lista, etc.”) Todo mentira, fruto de las opiniones sin fundamento de la gente.

Desde Newton y la revolución de las ciencias, desde ese momento histórico, los científicos han alcanzado prestigio y a lo mejor viene de ahí la idea de que los científicos son los más listos.

Actualmente, hay miles de millones de científicos y de inventos, miles de nuevos tejidos sintéticos, mil tipos diferentes de plásticos, etc.

Sin embargo, el mundo está hecho una mierda, la mayoría de la gente no es feliz y las cosas cada vez se están poniendo peor.

¿Qué es lo que necesitamos?

Yo pienso que economistas que cambien la economía capitalista actual y la hagan evolucionar hacia una más justa, filósofos que nos den un modo más humano de ver la vida, buenos profesores, gente con idiomas, antropólogos, etc.

Me haría falta más documentación para convencer al personal indeciso, pero como eso me da igual voy a expresar sólo la conclusión: 

El mundo necesita personas con visión humana. Y eso se conseguirá con gentes de letras.

Hubo una revolución industrial, científica y tecnológica. Yo digo que está desfasada y degenerada, que hemos llegado tan lejos que no nos acordamos de los principios y digo también que se pondrá remedio, poco a poco, con gente de letras, hasta que se equilibre la balanza.

Por eso me da rabia cuando recuerdo lo que me dijo un profesor de filosofía “... los de ciencias que se han rajado y han ido a letras...”

Está muy equivocado, los de letras valen mucho y son los que más falta hacen al mundo, por lo tanto tienen la responsabilidad más grande: Innovar, ser valientes y aguantar que la masa opine que los de ciencias son mejores.

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