Estados políticamente más descentralizados de Europa (Aja 2003; Subirats, 2008; Watts, 2009), no existe un consenso sobre la “etiqueta” que corresponde a nuestro modelo territorial. El debate sigue abierto en la calle y con la situación actual de Cataluña no cabe duda de su relevancia política. ¿Qué es el Estado de las autonomías? ¿Es un Estado
federal? ¿Es comparable a países como Alemania, Bélgica o Suiza?
Mi intención con este breve documento no es tratar de dar respuesta a estas cuestiones de un modo exhaustivo. Tan sólo pretendo mostrar qué tipo de variables se tienen en cuenta a la hora de clasificar un modelo territorial. Ya lo adelanto en el título, mi conclusión es que es bastante razonable considerar que el Estado autonómico es un Estado federal de facto. Es decir, es federal en el fondo, aunque no en el nombre. Es mi opinión en tanto que ciudadana y politóloga, pero he de añadir que, de modo poco sorprendente, en la literatura científica tampoco existe un consenso sobre esta cuestión. En mi opinión, para entender mejor este tema resulta muy útil la imagen del vaso con agua: dependiendo de la perspectiva, puede considerarse medio vacío o medio lleno. Es decir, es posible ofrecer argumentos razonables afirmando y negando el carácter federal de España, y de cualquier Estado federal. En este sentido, siempre he pensado --y ahora más que nunca--que lo que más peso tiene es la intención última del autor (¿para qué sirve negar/reconocer esta condición? ¿para conciliar? ¿separar? ¿demostrar otro punto?...).
En este breve documento presento los argumentos que justifican que haya considerado el Estado autonómico como un Estado federal de facto, tal y como hacen expertos como Watts (2009), Blanco Valdés (2012) o Aja (2014: 24-25).
- Primero, explicaré qué condiciones he considerado que debe cumplir un Estado para poder considerarlo federal.
- Posteriormente, comprobaré si el Estado español cumple tales condiciones.
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